Un BOE extraordinario publicado el domingo 29 de marzo, recoge el Decreto Ley que paraliza todas las actividades no esenciales entre el 30 de marzo y el 9 de abril, Jueves Santo.
Así, el Gobierno va un paso más allá y pasa de prohibir la apertura de lugares abiertos al público, menos tiendas de alimentación, bebidas, farmacias, centros de salud y otros establecimientos para el suministro básico, a además paralizar toda la actividad que implique desplazamientos y que no sea esencial para el abastecimiento, los cuidados, la seguridad o el mantenimiento de servicios como el suministro eléctrico. Así, fábricas y obras que no sean esenciales deberán cerrar sus puertas.
El paro, no afecta al teletrabajo, a los autónomos ni a quienes estén en ERTE.
Quienes estén obligados a quedarse en casa seguirán cobrando el sueldo pero cuando acabe el estado de alarma tendrán que recuperar las horas.
Aunque se aplique desde el lunes 30, el decreto permite a algunos trabajadores acudir a trabajar solo hoy si es imprescindible para no perjudicar de manera irremediable o desproporcionada la reanudación de la actividad empresarial cuando pase la crisis.