En la Semana Santa Calagurritana, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2014, se funden la esencia romana de la antigua Calagurris con la tradición cristiana de una de las ciudades más antiguas de España.
Su arraigo se sustenta sobre una gran participación ciudadana, en la que destaca de manera especial la Cofradía de la Vera Cruz, cuya presencia en Calahorra se remonta al siglo XVI, y la Asociación Cultural Grupo ‘Paso Viviente’. Ambas entidades se vuelcan en la organización de un importante programa de actos, que incluye entre otros, las procesiones, el tradicional pregón de Semana Santa, la representación del auto sacramental, la Concentración Nacional de Bandas Procesionales, la Semana Cultural de la Semana Santa, talleres, exposiciones y charlas cuaresmales.
Entre sus principales actos se encuentra:
PROCESIÓN DEL ENCUENTRO
La mañana del Jueves Santo se llevan a cabo dos procesiones que confluyen en uno de los momentos más emotivos de la Semana Santa calagurritana: El Encuentro. Por un lado, del Colegio de los RR.PP. Agustinos sale la procesión del Cristo de Medinaceli, que portan 16 trabadores. De la residencia San Lázaro, en la zona opuesta de la ciudad, sale la Procesión de la Virgen Dolorosa, que portan 12 trabadores. El Cristo, realizado por el imaginero Juan Fernández de Vallejo en 1580, es una de las tallas de gloria que más devoción despierta en Calahorra, puesto que es costumbre solicitarle tres deseos o peticiones, de las cuales cuenta la tradición, se concede uno. La virgen es una talla de candelero del siglo XVIII. Ambas imágenes se encuentran en la Glorieta de Quintiliano (Ayuntamiento) y son bailadas simultáneamente por los trabadores al son de las marchas que interpretan las bandas de tambores y cornetas. Al finalizar el Encuentro, los dos pasos continúan el recorrido conjuntamente hasta el Templo de San Francisco.
Esta procesión de Jueves Santo posee una antigüedad anterior al año 1540, en el que existía voto de llevar hachas para la justicia y el regimiento. En el Archivo Municipal se encuentra un acuerdo de un acta del concejo del año 1560 en el que se habla de esta procesión.
ESCENIFICACIÓN DE LA PASIÓN
En 1982 la Asociación Cultural Grupo Paso Viviente realiza la primera representación de la Crucifixión en la Plaza del Raso. Una breve representación de 15 minutos que fue el comienzo de la increíble “Escenificación de la Pasión de Cristo” que hoy en día pone en escena la asociación cada Jueves Santo. La representación fue ampliándose y completándose a lo largo de los años. Actualmente la representación comienza con la Entrada de Jesús en Jerusalén y a lo largo de un kilómetro y varios escenarios, se va completando la Pasión de Jesucristo hasta su culminación en la escena de la Resurrección. Los visitantes van acompañando a las distintas escenas a pie y durante más de dos horas se ven envueltos en un espectáculo de luz y sonido único en España por su calidad y realismo.
Todos los textos basados en el Nuevo Testamento han sido adaptados por los integrantes de la asociación. Los textos, la música y los efectos de sonido han sido trabajados a lo largos de los años en un estudio profesional de grabación, gracias a esto aún hoy en día se escuchan las voces de aquellos primeros actores que ya no se encuentran entre nosotros.
MAGNA PROCESIÓN DEL SANTO ENTIERRO
Al caer la tarde del Viernes Santo tiene lugar la procesión más importante de la Semana Santa Calagurritana: La Magna Procesión del Santo Entierro. Se procesionan dieciséis pasos y participan en ella más de dos mil personas.
Está considerada como la mayor y más impresionante del Norte de España, además de ser un auténtico catecismo de la Pasión de Cristo.
Es la procesión con mayor número de pasos de toda La Rioja, por encima de capitales limítrofes como Logroño, Pamplona, Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Soria o León. Por este motivo, en 2007 RTVE retransmitió esta procesión en directo para toda España y a través del Canal Internacional.
La procesión discurre por las calles más emblemáticas del Casco Antiguo de Calahorra, con salida y llegada al Templo de San Francisco, con varias tallas de los siglos XVI y XVII de gran valor artístico, entre las que destacan el Ecce Homo, de Gregorio Fernández (Escuela castellana, año 1610), el Cristo de Medinaceli (Juan Fernández de Vallejo, Año 1580), el Cristo de la Agonía (Juan Bazcardo, año 1628), el Cristo de la Vera Cruz (Guiot de Beaugrant, año 1560) y el Cristo Yacente (Anónimo, año 1630).
El resto de pasos pertenecen en su mayoría a los siglos XIX y XX, con autores como José Berga Boix, Celestino Devesa, Manuel Traité i Figueres, Jaime Martrus i Riera, Sabel Costa, Juan Llagostera, Emeterio Velez, Arsenio Bertrán i Surroca y Gonzalo Martínez, escultores pertenecientes a los talleres de “El Arte Cristiano” de Olot (Vayreda, Bassols, Casabó y Cia, S.L.).
Una de las mayores curiosidades del transcurso de la procesión es que tanto penitentes como trabadores finalizan la procesión subiendo la escalinata de tres tramos que comunica la calle inferior (Cuesta de la Catedral) con la de llegada al Templo (Rasillo de San Francisco), de un total de 42 peldaños, y de un diseño singular por la longitud de la pisa del peldaño, lo que supone un esfuerzo adicional en la recta final (en la que el cansancio se acumula) y un atractivo añadido al público asistente, que suele premiar con aplausos a los trabadores en el momento de llegada del paso.
Esta procesión está presidida por el Obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, acompañado por la Corporación Municipal y la Banda Municipal de Música.
El paso de la Entrada de Jesús en Jerusalem sale escoltado por la Policía Local con traje de gala y el paso del Sepulcro, es escoltado por la Guardia Civil.
EL TRADICIONAL JUEGO DE “LOS BORREGOS”:
Desde tiempo inmemorial este tradicional juego, al que no pueden entrar las mujeres, se realiza en los dos casinos locales ininterrumpidamente en las noches del Jueves y Viernes Santo. Se juega sobre una mesa de billar y tienen que entrar en una esquina bolas pares o nones.
La simplicidad del juego produce grandes apuestas, y gran afluencia de jugadores de toda España. Tiene algo de tabú y algo de emocionante. Y, sin embargo, todos coinciden en señalar que es un juego tonto en el que a lo tonto, se gana o pierde dinero con facilidad ; se trata de “los borregos”.
Su origen se desconoce y aunque Calahorra no es la única ciudad española en la que se juega, si es una tradición inmemorial en el Norte de España y referencia obligada.