Expertos de más de 100 países participan en su elaboración, bajo el liderazgo de la Organización Mundial del Trabajo (OMT), Fundación ONCE y UNE. Está previsto que la futura norma ISO, abierta a comentarios hasta el 3 de octubre, se publique en el primer semestre de 2020, convirtiéndose en el primer estándar mundial de turismo accesible.
La futura Norma internacional ISO 21902 de turismo accesible, liderada por la Fundación ONCE, la Organización Mundial del Turismo (OMT) y la Asociación Española de Normalización, UNE finalizará su fase de consulta pública el próximo 3 de octubre. Hasta esa fecha, los 105 países integrados en el Comité ISO/TC 228 deberán emitir su voto y podrán realizar comentarios sobre el borrador. Está previsto que esta norma se publique en el primer semestre de 2020. Así lo han anunciado estas tres entidades con motivo del Día Mundial del Turismo, que se celebra mañana.
Para dar a conocer este futuro estándar, que será el primero del mundo en el ámbito del turismo accesible, Fundación ONCE, la OMT y UNE han publicado un documento con las claves de la ISO 21902.
La futura Norma ISO/DIS 21902 Turismo y servicios relacionados. Turismo accesible para todos. Requisitos y recomendaciones está siendo desarrollada en el Comité Técnico de Normalización, dentro de la Organización Internacional de Normalización (ISO). España lidera este comité internacional en el que UNE, desempeña la secretaría coordinando la labor de 10 grupos de trabajo.
La ISO aborda de manera sencilla los requisitos que debe cumplir un prestador de servicios turísticos para hacer su oferta accesible a todas las personas. Contiene un capítulo general (que incluye aspectos como la información, la formación, el diseño o el entorno construido), además de capítulos específicos para cada tipo de prestador (alojamientos, transporte, restauración, etc.). El documento hace hincapié en la importancia de que todos los eslabones de la cadena turística sean accesibles. La implementación de la norma generará redes de establecimientos y operadores accesibles, medidos con los mismos criterios, y será el germen para crear destinos turísticos para todas las personas.
Entre los beneficios esperados, para las empresas turísticas, la norma supone una herramienta de sensibilización que proporciona conocimientos técnicos en materia de accesibilidad turística y conduce a una apertura hacia un mercado más amplio. Por su parte, a las personas con discapacidad les permitirá acceder a una mayor información, ofrecida de forma más eficaz, accesible y homogénea que derivará en una experiencia turística más satisfactoria.