“He vuelto a la vida laboral después de cinco años desempleada, y esto significa tener independencia económica para mi familia o, al menos, en parte”. Conocemos la historia de éxito de E. G., madre al cuidado de un hijo pequeño y con una discapacidad física, quien ha alcanzado su tan esperada inserción laboral en un empleo en el que se siente cómoda, aceptada y con motivación. ¿Cuál ha sido el papel del programa Incorpora en su caso? ¿Qué ha supuesto para ella esta oportunidad? Ella misma nos responde a esta y otras preguntas.
“Tener a una persona cerca que te vaya animando e informando es fundamental”
A la usuaria le reconocieron una discapacidad física hace tres años por padecer un linfedema y por los dolores crónicos que sufre desde que superó un cáncer. Fue ahí cuando decidió acudir a la Asociación La Rioja Sin Barreras, entidad colaboradora del Grupo Incorpora La Rioja, con la intención de recibir apoyo para la formación y para la búsqueda de un empleo para personas con discapacidad.
Desde ese momento, la usuaria afirma que ha tenido contacto y entrevistas con las técnicas Incorpora que han hecho el seguimiento de su caso, Sara y, de forma complementaria, Virginia y Verónica. “Cada vez que había ofertas de empleo que me podrían interesar en base a mi perfil personal y a mi experiencia laboral previa, recibía la llamada o el mensaje de Sara informándome. Tener a una persona cerca que te vaya animando e informando es fundamental”, explica.
E. acudió al programa Incorpora con dos hándicaps para algunas empresas: necesitaba un empleo que le permitiera compatibilizar sus horarios con el cuidado de su hijo, y había estado cinco años sin poder trabajar, por lo que estaba desactualizada en algunos temas, lo que creaba desconfianza a algunas compañías. “Pero lo primero es lo primero, y las citas con el hospital y los tratamientos han sido los que han mandado en mi agenda”, añade.
Desde la Asociación La Rioja Sin Barreras se le brindó asesoramiento y apoyo en la búsqueda de empleo, así como en la realización de trámites con el SEPE y el Centro de Valoración de Discapacidad. Todo ello adaptándose a su disponibilidad. Además, se le propuso realizar un curso de ofimática para administrativas para refrescar sus conocimientos, ya que muchos de ellos no los ponía en práctica desde hacía años. E. se animó a cursarlo, una decisión muy acertada para su futuro próximo.
Una inserción laboral muy necesaria que ha cambiado su vida
Finalmente, la usuaria fue contratada a jornada completa en Grupo Osga, empresa que ha firmado recientemente un convenio de colaboración a nivel estatal con el programa Incorpora, como recepcionista administrativa. “Es un puesto adaptado a mí en el que estoy sentada parte de la jornada, y para otras tareas estoy de pie o hago desplazamientos dentro del edificio. Atiendo a otras empresas, a socios colaboradores o a empresas que subcontratan sus servicios aquí. Mi día a día es muy activo”.
Ella explica que, gracias a que ha alcanzado la inserción laboral después de cinco años, siente que vuelve a ser válida, ya que en su puesto de trabajo como recepcionista y administrativa escucha a otras personas y les ayuda a solucionar sus problemas y dudas. Cuando le preguntamos qué ha conseguido, lo tiene claro: “Ha supuesto una inyección de ánimo por volver a tener obligaciones y no estar en casa la mayor parte del día. ¡Mi día a día ha cambiado por completo!”
La lucha del programa Incorpora contra la discriminación por discapacidad
Hoy, meses después de haber conseguido su ansiado y necesario empleo, E. afirma que su paso por el programa Incorpora ha sido “muy bueno, ¡excelente! Siento que me han ayudado a dar el paso a pesar de que yo llegué con muchos miedos, que crecían por llevar años sin trabajar”.
Su historia demuestra, una vez más, que una discapacidad física no es ningún impedimento para encontrar un trabajo ni para desarrollarlo de una manera efectiva. Con los medios y los conocimientos de profesionales, y la motivación y las ganas de quienes están buscando un empleo, la inserción laboral de personas con discapacidad es más que posible.
Por ello, las diferentes entidades que colaboran con el programa Incorpora de la Fundación ”la Caixa” continúan en su busca de empresas que dejen atrás los prejuicios y abran sus puertas a personas en riesgo de exclusión social con todo tipo de discapacidades, como es el caso del Grupo Osga, quien ha ganado una trabajadora incansable dispuesta a crecer junto a ellos.