Tradición de fama internacional por la espectacular danza sobre zancos de madera, de 45 centímetros de altura, que realizan ocho jóvenes del pueblo, ataviados con chalecos de colores y faldones amarillos, que se lanzan desde la iglesia por la cuesta empedrada hasta la plaza de Anguiano.
Los danzadores volverán a repetir este rito el último sábado de Septiembre, cuando la imagen de la Magdalena regresa a su ermita para pasar el invierno, junto a la fuente de agua intermitente.
En estas fechas se llevan a cabo también otros actos como partidos de pelota, degustaciones, juegos para niños, disfraces infantiles, baile popular, noches temáticas… En su organización participa todo el pueblo, especialmente la Asociación Cultural Aidillo en colaboración con el Ayuntamiento y la Asociación Senderista.