La ciudad de Logroño albergó en 1610 el mayor proceso de brujería que se recuerda y el mejor documentado del país, con la quema de las conocidas como “Brujas de Zugarramurdi”.
Un suceso lleno de controversias, dudas y reconocidos errores que aún hoy, cuatrocientos años después, sigue despertando interés y curiosidad.
La espectacular recreación del Auto de Fe es el momento central de esta representación, cuyo escenario principal es la Plaza de San Bartolomé de Logroño. El programa se completa con numerosas actuaciones y teatro de calle, cuentacuentos y el gran Mercado del Auto de Fe en la Calle Portales y Plaza del Mercado.
Según datos históricos, acudieron más de 30.000 personas a una ciudad que, por aquel entonces, contaba solo con 6.000 habitantes. Una representación, según sus organizadores, cuyo objetivo es mantener la memoria del pasado, para que la historia no se olvide y afrontemos un presente conciliador y en paz.