Las fiestas de San Bernabé, Patrón de la Ciudad, giran en torno al 11 de Junio y en ellas se recuerda la defensa heroica de los logroñeses frente a las tropas francesas en 1.521.
Los logroñeses de visten con trajes de época y participan en los pasacalles, Comedias del Sitio, Asedio a la Ciudad y mercados durante todos los días de las Fiestas.
Según cuenta la leyenda, la ciudad sobrevivió a base de peces pescados en el río Ebro durante el asedio, este hecho propició el acto principal de esta celebración, una degustación gratuita de peces, pan y vino, de manos de la Cofradía del Pez, que se desarrolla en las proximidades de la Puerta del Revellín, único resquicio de las antiguas murallas de la ciudad.
Para seguir manteniendo vivo en la memoria este acontecimiento se realizan una serie de rituales, como la particular procesión en la que el Alcalde voltea la bandera en los lugares donde se encontraban las puertas de la Ciudad, las salvas de los cañones o el reparto del pan, el vino y el pez en esa misma puerta del Revellín, construida en el siglo XVI para conmemorar la victoria.