Cada último sábado del mes de Julio desde 1988, en un maravilloso entorno de montaña junto al Rio Cidacos se celebra una fiesta única. Un precioso ejemplo de land-art, colectivo poético y reivindicativo.
A las 21 horas y bajo los compases del canon de Pachelbel que resuena en todo el valle, las chimeneas del pueblo de Peroblasco comienzan a exhalar humo de colores conformando una acuarela aérea emocionante. Es la manera que tienen los vecinos de celebrar la recuperación de un pueblo que estuvo totalmente abandonado y la reivindicación de las mejoras pendientes para completar dicha recuperación.
Duración: 30 minutos
Fiesta posterior.