Como si de un viaje al pasado se tratara, y durante dos días al año, el pueblo de Briones se introduce de pleno en el siglo XIV y recrea con detalle el “modus vivendi” de aquella época. Lo que diferencia a las Jornadas Medievales de Briones es que NO son un mercado, no se vende nada, excepto bebida y comida. El objetivo de la fiesta es mostrar el pueblo, lucir sus casonas, sus calles empedradas……, y disfrutar de él, paseando y admirando su singularidad.

Más de cuarenta portales temáticos que harán revivir las labores y costumbres del pasado, habitados por más de setecientas almas caracterizadas a la antigua usanza, de las cuales seiscientas son naturales del lugar. Al mismo tiempo se pueden admirar las gallardas casonas solariegas de la villa. Canteros, guerreros, hilanderas, maestro cervecero, herreros, curtidoras, queseros, vagabundos, hidalgos y un largo etcétera de los diversos oficios de nuestros antepasados.

Te encontrarás en medio de una lucha a espada entre guerreros castellanos y navarros, o con la Santa Inquisición en un juicio por brujería, o con un ladrón llevado en un cepo por los soldados ante la Justicia. Si tu osadía te lo permite podrás intentar pasar la Baqueta y ganar así los favores de alguna bella dama.

Si tantas emociones te producen hambre y sed, no tengas cuidado, podrás saciar ambas cosas en una bulliciosa Bodega o en un bien provisto Mesón donde hallarás un excelente surtido de las más sabrosas viandas.

Y por si fuera poco, al caer la noche podrás disfrutar de un extraordinario espectáculo de luz y sonido en el que un gran grupo de actores te contará la historia real de la Paz de Briones, firmada el 31 de marzo de 1.379 entre Enrique II de Trastámara rey de Castilla y Carlos II de Navarra.

Jornadas Medievales de Briones

 

Lugar: Briones